Reflexión diaria de AA
19 de septiembre
ACEPTACIÓN
Admitimos que no podíamos derrotar al alcohol con los recursos que nos quedaban y por eso aceptamos el nuevo hecho de que la dependencia de un poder superior (aunque sólo fuera nuestro grupo de A.A.) podría realizar esta tarea que hasta ahora había sido imposible. En el momento en que pudimos aceptar totalmente estos hechos, empezó nuestra liberación de la obsesión por el alcohol.
COMO LO VE BILL, p. 109
La libertad me llegó solamente con la aceptación de que podía poner mi vida y mi voluntad al cuidado de mi Poder Superior, a quien yo llamo Dios. La serenidad se empezó a filtrar en el caos de mi vida cuando acepté que lo que me estaba sucediendo era la vida misma y que Dios me ayudaría en mis dificultades — así como en mucho más. Desde entonces Él me ha ayudado en todas mis dificultades. Cuando acepto las situaciones como son, no como yo quiero que sean, entonces empiezo a crecer y a tener serenidad y tranquilidad de espíritu.
24 horas al día de Hazelden
19 de septiembre
Pensamiento del día
Continuemos con los Pasos Dos, Tres y Once. Debemos acudir a un Poder Superior en busca de ayuda, porque nosotros mismos somos indefensos. Cuando ponemos nuestro problema con la bebida en las manos de Dios y lo dejamos ahí, hemos tomado la decisión más importante de nuestra vida. A partir de entonces, confiamos en Dios para que nos dé la fuerza para mantenernos sobrios. Esto nos saca del centro del universo y nos permite transferir nuestros problemas a un Poder fuera de nosotros. Mediante la oración y la meditación buscamos mejorar nuestro contacto consciente con Dios. Tratamos de vivir cada día de la manera que creemos que Dios quiere que vivamos. ¿Estoy confiando en Dios por la fuerza para mantenerme sobrio?
Meditación del día
“Estas cosas os he hablado para que vuestro gozo sea completo”. Incluso una realización parcial de la vida espiritual trae mucha alegría. Te sientes como en casa en el mundo cuando estás en contacto con el Espíritu Divino del universo. La experiencia espiritual trae una satisfacción definida. Busque el verdadero significado de la vida siguiendo las leyes espirituales. Dios quiere que tengas éxito espiritual y tiene la intención de que lo tengas. Si vive su vida lo más posible de acuerdo con las leyes espirituales, puede esperar su parte de alegría y paz, satisfacción y éxito.
Oración del día
Rezo para encontrar la felicidad haciendo lo correcto. Oro para encontrar satisfacción en obedecer las leyes espirituales.
Sólo por hoy NA
Confraternidad
19 de septiembre
«En NA nuestra alegría se multiplica al compartir un buen día y nuestras penas se alivian al compartir uno malo. Por primera vez en nuestra vida no tenemos por qué estar solos.»
IP Nº 16, Para el recién llegado
Si ponemos en práctica el empleo de los pasos y otras herramientas de nuestro programa para superar las dificultades, podemos disfrutar de la alegría de vivir limpios. Pero nuestra alegría pasa demasiado rápido si no la compartimos con los demás, mientras que las dificultades que se sobrellevan en soledad quizás tarden demasiado en pasar. En la Confraternidad de Narcóticos Anónimos, muchas veces multiplicamos nuestras alegrías y dividimos las cargas compartiéndolas los unos con los otros.
Los adictos, en recuperación, a veces experimentamos placeres que, sólo otro adicto puede apreciar. Los compañeros nos comprenden cuando les hablamos del orgullo que hoy nos produce cumplir un compromiso, del afecto que sentimos al enmendar una relación dañada, del alivio que nos produce no tener que consumir drogas para pasar el día. Cuando compartimos estas experiencias con adictos en recuperación y nos responden con historias similares, nuestro placer se multiplica. El mismo principio se aplica a los retos que se nos presentan como adictos en recuperación. Al compartirlos, y dejar que otros miembros de NA compartan su fortaleza, nuestra carga se hace más liviana.
La hermandad que tenemos en Narcóticos Anónimos es preciosa. Al compartir todos juntos, aumentamos las alegrías y disminuimos el peso de la vida en recuperación.
Sólo por Hoy: Compartiré mis alegrías y mis dificultades con otros adictos en recuperación. También compartiré las suyas. Estoy agradecido por los sólidos lazos de hermandad de Narcóticos Anónimos.
18 de septiembre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Excepto el abuso físico y/o la humillación emocional, la relación afectiva violenta, en toda su intensidad, se adapta perfectamente a la idea que la cultura tiene acerca del “verdadero amor”.
A ninguna mujer que vive una relación sana y estable se la galantea con intensidad que un abusador dedica a su pareja durante las fases del cortejo o Luna de miel del síndrome de la violencia. Una de las características típicas de la mujer golpeada es que, durante la fase de la luna de miel, después del abuso, se siente fuerte, poderosa y en situación de controlar a su pareja. La necesidad de controlar al golpeador es habitualmente el motivo más poderoso que tiene la víctima para continuar con esa relación.
Gratitud
La dicha y la gratitud van de la mano. Para algunos, dicha es esa sensación de formar parte de algo mucho más grande que nosotros y más importante que nuestros sentimientos y experiencias inmediatos. Nuestra existencia cuenta, pero cuenta sobre todo cuando estamos conectados con los demás. Esta profunda sensación de dicha no nos exige estar contentos todo el tiempo, es más grande que eso. Humildad significa que somos conscientes de nuestro lugar en el mundo; la dicha proviene de saber que tenemos un propósito. Gracias a estar espiritualmente despiertos, vemos los milagros que nos rodean, incluso cuando la vida es difícil. La generosidad de espíritu es el antídoto contra la soledad y la alienación.
Vivir limpios, el viaje continua
18 de septiembre
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Culpabilidad
Como saben que las madres pueden ser coaccionadas, manipuladas y «tocadas» como instrumentos raros, su culpabilidad se afina con tanta exactitud, que puede contarse con ellas en casi cualquier circunstancia para sostener los pilares de cualquier institución a punto de desmoronarse a la hora de habérselo hecho saber.
Norma Jean Harris (Sheila Ballantyne)
Las mujeres estamos siempre en primera fila para defender una buena causa. Podemos movilizar un ejército de voluntarias para salvar un sistema escolar deficiente, una iglesia que se desmorona, o una empresa a punto de hundirse. Estamos dispuestas a poner todo nuestro peso detrás de cualquier causa políticamente correcta y somos capaces de hacerlo. Nos importan realmente las personas sin techo, las que se mueren de hambre, las que sufren violencia de algún tipo, y las que son olvidadas, y hacemos mucho bien. ¿Quién sabe cuántas de nuestras causas están motivadas por la culpabilidad? Sólo nosotras podemos saberlo, cuando miramos hacia adentro.
La única causa que nos cuesta apoyar es la de las mujeres.
Estamos cubiertas de culpabilidad cuando tomamos posición a nuestro favor. Creemos que deberíamos poner siempre nuestras energías «afuera», distribuirlas entre las personas que las necesitan más. Las mujeres somos conocidas por no reconocer y defender nuestras propias necesidades y, cuando lo hacemos, rápidamente somos inmovilizadas cuando alguien nos llama egoístas.
Abandonar la culpabilidad es como compartir una manzana llena de gusanos. Tenemos que cuidarnos a nosotras mismas antes de que podamos dar a los demás limpiamente y con claridad.
18 de septiembre,
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
El deseo y el anhelo son los acicates de Dios.
Anna Wickham
Nuestros sueños y nuestros deseos nos inspiran a ir más allá de donde nos encontramos actualmente. Aquello que podemos alcanzar llamará la atención, y seguramente tendremos un compañero a nuestro lado, quien nos ayudará a decidir los pasos que debemos dar para alcanzar nuestro objetivo.
Antes de conocer los Doce Pasos experimentábamos deseos y establecimos muchas metas. Algunas de ellas las alcanzamos pero con frecuencia nos faltó confianza y nuestro compromiso se tambaleó. El programa nos está ayudando a darnos cuenta de que podemos hacer realidad nuestros más profundos deseos si incorporamos la estructura del programa en nuestros planes diarios.
Nuestras vidas tienen un propósito. Cada una de nosotras desempeña una función que es necesaria. Los anhelos que nos impulsan y que no son dañinos Para nosotras ni para los demás nos alientan a desarrollar todo nuestro potencial.
Si nos dejamos guiar por nuestro interior y confiamos en sus instrucciones, siempre tendremos fuerza y valor, capacidad y abundancia de recursos. Toda la sabiduría necesaria para lograr el éxito en cualquier tarea, para alcanzar cualquier meta y para trazar el camino hacia cualquier deseo, está tan cerca de nosotras como nuestra atención lo está de Dios.
Hoy prestaré atención a mis deseos. Oraré para recibir la sabiduría necesaria para satisfacerlos. Si mi deseo es espiritualmente correcto todas las puertas se abrirán y mis pasos será guiados.
18 de septiembre,
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Deja que sucedan cosas buenas
Antes de la recuperación, mis relaciones eran pésimas. No me iba muy bien en mi trabajo. Estaba entrampado en mi familia disfuncional ¡Pero al menos sabía qué esperar!
Anónimo
Quiero que la segunda mitad de mi vida sea tan buena como la primera fue de desgraciada. A veces tengo miedo de que no sea así. A veces me asusta que pueda ser así.
Las cosas buenas pueden asustarnos. El cambio, incluso el cambio para bien, puede ser atemorizante. De alguna manera, los cambios para bien pueden ser más atemorizantes que las épocas difíciles. El pasado, particularmente el de antes de la recuperación, puede haberse vuelto confortablemente familiar. Sabíamos qué esperar en nuestras relaciones. Eran predecibles. Eran repeticiones del mismo patrón, las mismas conductas, el mismo dolor, una y otra vez. Podrán no haber sido lo que queríamos, pero sabíamos lo que iba a suceder. Esto no ocurre cuando cambiamos de patrones y empezamos la recuperación.
Podemos haber sido bastante buenos para predecir eventos en la mayor parte de las áreas de nuestra vida. Las relaciones serían dolorosas. Nosotros viviríamos en privación. Cada año sería casi una repetición del año anterior. A veces, las cosas se ponían un poco peor; otras un poco mejor, pero el cambio no era drástico. No hasta el momento en que empezamos la recuperación. Entonces cambiaron las cosas. Y cuanto más progresamos en este milagroso programa, más cambiamos nosotros y nuestras circunstancias. Empezamos a explorar un territorio desconocido. Las cosas se ponen bien. Se mejoran todo el tiempo. Empezamos a tener éxito en el amor, en el trabajo, en la vida. Un día a la vez, empiezan a ocurrir cosas buenas y la desgracia se disipa.
Ya no queremos ser víctimas de la vida. Hemos aprendido a evitar las crisis y traumas innecesarios. La vida se pone buena.
“¿Cómo manejo las cosas buenas?”, preguntó una mujer. “Es más difícil y más extraño que el dolor y la tragedia.”
“Del mismo modo que manejábamos las experiencias difíciles y dolorosas”, le contesté. “Un día a la vez”.
Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de vivir en el dolor y en la crisis. Ayúdame a quitarme lo más pronto posible los sentimientos de tristeza y los problemas. Ayúdame a encontrar mi base y equilibrio en la paz, la alegría y la gratitud. Ayúdame a trabajar tan duramente por aceptar lo bueno como he trabajado de duro en el pasado para aceptar lo doloroso y lo difícil.